Durante la semana del 9 de diciembre, los mercados europeos de electricidad experimentaron diversos fenómenos en términos de producción y precios. La producción solar fotovoltaica mostró un crecimiento notable en la península ibérica e Italia, con el mercado portugués a la cabeza al registrar un incremento del 13%. España e Italia también observaron incrementos, con un 1,1% y un 1,7% respectivamente. Sin embargo, Francia y Alemania sufrieron descensos significativos en la generación solar, destacando una caída del 48% en Alemania.
Los récords de producción para diciembre no se hicieron esperar. España alcanzó 90 GWh el pasado 10 de diciembre, mientras que Portugal superó marcas anteriores con 12 GWh el día 9. Italia también se unió a estos logros con 44 GWh el día 12. En cuanto a la producción eólica, todos los principales mercados europeos experimentaron caídas, siendo Francia el más afectado con un descenso del 41%.
En términos de demanda eléctrica, se observó un aumento en la mayoría de los mercados, con Francia y España liderando con un incremento del 11%. Esta tendencia se da a pesar de las disminuciones en las temperaturas medias, las cuales fueron más pronunciadas en la península ibérica con descensos de hasta 4,8°C en Portugal.
Los precios eléctricos semanales elevaron en casi todos los mercados debido a la mayor demanda y la reducción de la generación eólica. Alemania y Países Bajos vieron los precios más elevados, superando los 165 €/MWh, mientras que el mercado nórdico mantuvo el promedio más bajo de 45,17 €/MWh. El aumento generalizado en los precios también se debió a las fluctuaciones en el mercado de combustibles, con el crudo Brent cerrando la semana en 74,49 $/bbl, un aumento del 4,7% respecto a la semana anterior.
Las previsiones para el 16 de diciembre sugieren una mejora en la producción eólica y solar en ciertos mercados, lo cual podría influir en una disminución de los precios eléctricos. Estos pronósticos apuntan a un incremento en la eficiencia de las energías renovables y una caída en la demanda eléctrica en la mayor parte de Europa, exceptuando Alemania.
En un contexto de inestabilidad política internacional y ajustes monetarios, los mercados de futuros de energía, tanto de petróleo como de gas y emisiones de CO2, han reflejado este panorama incierto, con incrementos y descensos intermitentes en sus precios. La combinación de estos factores resalta la complejidad del sector energético europeo, marcado por transiciones hacia fuentes más limpias y sostenibles.