Desde Atalanta y Abogadas, un despacho legal especializado en la ley de la segunda oportunidad, se ha señalado la imperante necesidad de transformar la relación entre bancos y usuarios en España. Esta afirmación se fundamenta en los resultados del estudio «RepCore Banca 2024», elaborado por la firma Reputation Lab, que revela un preocupante panorama sobre la percepción que los ciudadanos tienen del sistema financiero en el país.
El informe, presentado el pasado 17 de diciembre, sitúa a España en la última posición en cuanto a reputación del sector bancario entre 15 países iberoamericanos analizados. Esta situación pone de manifiesto un desajuste notable entre las expectativas de los usuarios y el rendimiento de las entidades financieras.
Según el estudio, las principales áreas donde los bancos españoles muestran un déficit significativo incluyen el comportamiento ético, el acceso al crédito, la atención al cliente, el apoyo al emprendimiento, la transparencia y la educación financiera. De hecho, las entidades bancarias en España se encuentran 9 puntos por debajo de la media en estas variables, reflejando la urgencia de un cambio profundo en la forma en que operan.
Atalanta y Abogadas plantean una reflexión esencial de cara a 2025: ¿están dispuestos los españoles a continuar con un sistema financiero que no responde a sus necesidades reales? Aseguran que la transformación es posible y que un sistema financiero orientado al servicio de las personas puede materializarse con la voluntad y compromiso necesarios.
La función de la banca es crucial en la economía, ya que proporciona financiación, respalda el emprendimiento y facilita la realización de proyectos para familias y jóvenes. Además, la promoción de la educación financiera es vital para el desarrollo tanto económico como social del país. Sin embargo, la confianza en las instituciones financieras atraviesa una crisis, y los modelos tradicionales parecen estar agotados.
En este contexto, un creciente número de ciudadanos busca una alternativa: un «banco amable», cercano y que se comprometa con su bienestar. Este concepto no es meramente idealista, sino que representa una oportunidad real para revitalizar la relación banco-cliente y restaurar la credibilidad del sistema financiero español.
La visión de un banco que se alinee con las necesidades de las personas está al alcance. Los bancos tienen la oportunidad de agarrar esta nueva era de transformación y convertirse en ese «banco amable» que podría conquistar la lealtad de millones de clientes en España.
El desafío está planteado: ¿quién será el banco que lidere este cambio trascendental? A medida que un número creciente de personas demanda un enfoque más humano en la banca, la oportunidad para transformar el sector financiero está sobre la mesa, esperando a ser aprovechada.