En el sector de la construcción, las empresas se están adaptando a las nuevas demandas de una fuerza laboral cada vez más diversa y exigente. Con miras al 2025, los departamentos de recursos humanos están redefiniendo sus estrategias para atraer y retener talento en un mercado altamente competitivo. La transformación en las expectativas de los empleados revela que lo que antes eran simples beneficios económicos ahora se complementan con aspectos como la salud física y mental, el desarrollo profesional y la conciliación laboral.
Uno de los puntos más destacados en esta evolución es la creciente importancia de la salud mental en el entorno laboral. Las empresas han empezado a implementar programas que ofrecen acceso a psicólogos y talleres de gestión del estrés, reconociendo que un trabajador emocionalmente sano no solo es más productivo, sino que también tiene un menor índice de absentismo.
Asimismo, la conciliación entre la vida personal y laboral se ha convertido en un tema prioritario. Los empleados buscan empresas que no solo hablen de flexibilidad, sino que ofrezcan medidas tangibles como cheques para guarderías, permisos parentales ampliados y días extra de descanso, lo que también contribuye a reforzar la reputación de las empresas como empleadores responsables.
La transparencia en las políticas salariales se está valorizando cada vez más. Las organizaciones que hacen públicas sus escalas salariales son mejor recibidas, aumentando la confianza entre sus empleados y alineando expectativas.
En cuanto al desarrollo profesional, las empresas que invierten en capacitaciones, cursos y certificaciones no solo potencian las competencias de sus trabajadores, sino que también fomentan su lealtad. La posibilidad de personalizar los beneficios económicos, como elegir cómo recibir su salario y destinarlo a servicios particulares, representa una tendencia que continúa en ascenso.
También es notable el interés en medidas que promuevan el bienestar general, como días libres adicionales, seguros de salud adaptados a las necesidades individuales y políticas de desconexión digital que permiten a los trabajadores equilibrar mejor su tiempo y evitar el agotamiento.
Carmen Caro, responsable del área de construcción de Catenon, señala que «los beneficios integrales, como el bienestar emocional y la flexibilidad horaria, son ahora requisitos claves para atraer y retener talento». En épocas donde la búsqueda de un salario competitivo ya no es suficiente, las empresas se ven en la necesidad de evolucionar y ofrecer un ambiente laboral que priorice realmente el desarrollo del empleado.
Con estas tendencias, el sector de la construcción se enfrenta a una transformación significativa, donde el bienestar y el crecimiento integral de los trabajadores se posicionan como pilares fundamentales para el éxito empresarial en el próximo futuro.