El 78% de las empresas afirman tener dificultades para atraer y retener talento, cifra que sube al 81% en el sector industrial, según datos de Manpower Group 2024. Actualmente, las alumnas que acceden a ramas STEM solo suponen un 9% en Formación Profesional y un 31% en la universidad del total del alumnado (Eustat). Estos son algunos de los datos aportados en la segunda sesión del Congreso SECOVE organizado por Clúster GAIA, Politeknika Txorierri y Ondoan, en el que profesionales de 12 países se han reunido para compartir experiencias y avanzar en la Formación Profesional adaptada a las necesidades y realidad del siglo XXI.
Tomas Iriondo, director general de GAIA, abordó las necesidades de formación del sector de la Industria 4.0, recordando que el Clúster vasco fue visionario en 2018 respecto al devenir de los perfiles digitales de especialización «cuando analizábamos la transición digital, y lo que eso podía suponer para nuestro entorno. Entonces ya lanzamos un mensaje a industria, sociedad y administraciones de que íbamos a tener problemas con la falta de perfiles de especialización digital, y empezamos a ser conscientes de que era un problema estructural, no coyuntural. O nos lo tomábamos en serio o el crecimiento se iba a ver mermado por la falta de perfiles», señaló.
Iriondo recordó que en el sector que representa el Clúster GAIA trabajan 25.000 personas en Euskadi «que no se pueden quedar obsoletas, dado que las disrupciones tecnológicas experimentamos a diario requieren más conocimiento y formación, y eso en un sector en el que el 70% tiene formación técnica universitaria».
En este sentido, subrayó que «en estos momentos lo que más nos preocupa es el reskilling (reciclaje profesional) y upskilling (enseñar al profesional nuevas competencias para optimizar su desempeño) de las personas. Este es un reto que tenemos como sociedad y colectivo para que quienes hoy ocupan un trabajo no se queden obsoletos o vean que su proyección profesional se vea mermada por la falta de competencias y habilidades ante el nuevo entorno».
Iriondo subrayó también la necesidad de cambiar las formas de producir, apostando por crear factorías de talento, «porque talento llama a talento, y si necesito fichar a un perfil especialista, nos va a preguntar por dos cosas: el proyecto y el entorno en el que se desarrolla, para saber si le enriquece y aporta el ecosistema. Hay que potenciar el concepto de trabajo colaborativo para que el ecosistema aporte ventajas competitivas al profesional», comentó.
Pilar Casorrán, Responsable Área de Personas del Grupo Ondoan, abordó las estrategias de contratación y retención de talento en la era digital. En su intervención, Casorrán analizó los retos de las empresas para la contratación y retención de personas, presentando las acciones implementadas en Ondoan, como el proyecto Mondragon People, para abordar estos desafíos.
«Ahora te diriges a un mercado cada vez más amplio para atraer talento y necesitas perfiles que cada vez tengan más competencias. En un contexto cada vez más complejo, es necesario adoptar técnicas de marketing para mejorar la captación y trabajar la retención, mejorando diferentes aspectos de la organización. Asimismo, es necesario colaborar activamente con el mundo educativo para adecuar los perfiles a las necesidades existentes y facilitar su captación desde la empresa», subrayó Casorrán.
El congreso albergó una interesante mesa redonda sobre la situación de la FP en los países asociados al proyecto SECOVE, moderada por Anabel Menica, de Politeknika Txorierri, y que contó con la participación de representantes de Eslovaquia, España, Italia, Portugal y Grecia, quienes compartieron las realidades y desafíos de la formación profesional en sus entornos. A pesar de los retos específicos de cada país, coincidieron en que la FP resulta poco atractiva para los jóvenes y menos aún para las mujeres, junto a una falta de reconocimiento social predominante frente a la Formación Universitaria.
Natassa Kazantzidou de la compañía griega IDEC, subrayó que en su país «es como si las escuelas de FP fueran únicamente para los jóvenes con menos talento o peores notas. Como si no fuera lo ideal, el ‘segundo plato’ para aquellos que no tienen oportunidad de seguir estudios en la educación superior». Además, señaló que «en nuestro caso, es un problema cultural; tenemos que cambiar muchas cosas en nuestro sistema educativo para persuadir a la juventud».
Ana Ribeiro de INOVA+ (Portugal), confirmó que esta tendencia se da en el país luso: «la falta de reconocimiento a la Formación Profesional también se da y en nuestro caso, muchos formadores de FP provienen de escuelas regulares, más teóricas, y no están preparados específicamente para este tipo de formación». Recordó que la garantía de calidad en la formación es un aspecto muy importante para las empresas en Portugal «y esta varía mucho según el centro de FP del que provenga el alumnado, lo que genera incertidumbre entre el tejido empresarial sobre si las personas estarán bien preparadas».
Oto Hudec de la Technical University of Kosic destacó que este ‘estigma social’ también se da en Eslovaquia, donde hace bastante cuesta anticiparse a los puestos de trabajo del futuro. Silvia Frau, de la Región Autónoma de Cerdeña (Italia), incidió en que «la manera de resolver ese problema es la comunicación, porque quien cursa FP se coloca fácilmente en el mercado laboral, y las formaciones son muy prácticas. Debemos mejorar la comunicación a todos los niveles y colaborar con las empresas para diseñar los cursos».
Anabel Menica, de Politeknika Txorierri, subrayó que «en Euskadi tenemos la suerte de tener buena relación con administración y empresas» y recordó que la Formación Profesional ha mejorado en cuanto a su atractivo. «Se ha conseguido mucho, pero hay cifras con menos del 10% de mujeres entre el alumnado en carreras técnicas, lo que sigue siendo un reto importante», añadió Menica.
Imma Miralles, del Instituto de Estudios Financieros (IEF), presentó la European Chips Skills Academy (ECSA), un proyecto respaldado por la Unión Europea a través del programa Erasmus+ con una duración de 4 años, cuyo objetivo es crear una alianza entre sistemas educativos e industria microelectrónica para desarrollar una Academia descentralizada que responda a la creciente demanda de competencias en este campo.
En la sesión se presentaron también varios proyectos Erasmus+ relacionados con el desarrollo de currículos para ciudades inteligentes y sostenibles, gemelos digitales, robots móviles autónomos y la participación de la FP en la Investigación Aplicada.