La compañía Tecnotramit ha publicado un análisis que subraya la importancia de la inversión en vivienda como motor de ahorro para muchas familias. Sin embargo, alerta que la intención de invertir en este sector se ha reducido notablemente, citando una alta desprotección del inversor y un abanico de alternativas de inversión en crecimiento. A pesar de ello, asegura que adquirir una vivienda para uso personal sigue siendo una apuesta segura, ya que su valor no solo se mide por la rentabilidad económica.
Según las proyecciones de Tecnotramit, la demanda de vivienda continuará en ascenso en las grandes ciudades como Madrid y Barcelona. No obstante, advierte que Madrid ha sabido crear un entorno más atractivo para los inversores en comparación con Barcelona. En esta última, la carencia de protección del derecho a la propiedad y regulaciones como la limitación del 30% en la renta están restringiendo la oferta habitacional, lo que dificulta aún más el acceso al mercado de la vivienda.
El CEO de Tecnotramit, Vicenç Hernández Reche, critica que muchas de las normativas actuales tienen un sesgo ideológico más que una capacidad efectiva para abordar los problemas del sector. Según él, la implementación de medidas como la limitación de rentas de alquiler resulta fácil y económica para la Administración, pero traslada la responsabilidad del derecho a una vivienda al sector privado. Esta estrategia podría tener un efecto adverso en el futuro, limitando la oferta y beneficiando a los inquilinos actuales a expensas de aquellos que buscan alquilar más adelante.
En el caso de la moratoria de desahucios, Tecnotramit advierte que se ha creado una norma que necesita un enfoque más preciso, pues el uso indebido del término «vulnerabilidad» sienta un mal precedente para las verdaderas situaciones de emergencia habitacional.
Hernández Reche también señala que la rentabilidad de la inversión no solo depende de la relación entre ingresos y gastos, sino que también se debe tener en cuenta el riesgo asociado a cada inversión. A mayor riesgo, mayor rentabilidad exigida; y esta percepción negativa del riesgo es uno de los factores que impide la creación de más oferta en el mercado.
Por otro lado, el sector terciario, que incluye oficinas, locales y garajes, sigue siendo una opción viable de inversión. Este segmento requiere mayor experiencia y conocimiento del mercado, y a menudo presenta menos regulación por parte del Gobierno, lo que permite obtener una rentabilidad ajustada superior a otras formas de inversión más convencionales en el ámbito inmobiliario residencial.