Las piscinas de borde infinito han logrado posicionarse como un símbolo indiscutible de lujo y sofisticación en el diseño de exteriores. Según el diseñador de exteriores Gabriel Lass, estas piscinas no solo responden a una tendencia estética, sino que también representan una herramienta que permite romper las barreras visuales entre el agua y el paisaje, generando una sensación de continuidad que conecta el agua con el cielo y el horizonte. Lass comenta que esta experiencia de inmensidad transforma cualquier espacio exterior en un lugar único.
Con miras al año 2025, se espera que las piscinas de borde infinito sigan siendo preferidas entre los propietarios de residencias de lujo y proyectos exclusivos. La clave radicará en su integración armónica con el paisaje circundante, a través del uso de materiales que realcen y complementen la belleza natural del entorno.
En cuanto al diseño, la tendencia no solo se centrará en la forma, sino también en los materiales. Lass anticipa un incremento significativo en la utilización de materiales ecológicos y orgánicos, como la piedra local, la madera reciclada y los sistemas de filtración ecológicos. Estos elementos no solo promueven una mejor integración con el ambiente, sino que también responden a la creciente preocupación por el impacto ambiental. «Las piscinas naturales, construidas con materiales sostenibles y sistemas de tratamiento biológico del agua, están siendo cada vez más demandadas», asegura Lass, subrayando el deseo de los clientes por una experiencia sensorial donde agua, plantas y arquitectura se fusionen en un ambiente relajante y armonioso.
El papel de la tecnología en el diseño de piscinas para 2025 será crucial. Las innovaciones en eficiencia energética y mantenimiento se presentarán como esenciales para alcanzar la sostenibilidad deseada. Las nuevas soluciones tecnológicas, como los sistemas de calefacción solar y las tecnologías de filtración sin productos químicos, facilitarán el mantenimiento y reducirán el impacto ambiental. «Las tecnologías limpias continúan ganando terreno en el diseño de piscinas. Los propietarios, cada vez más conscientes del impacto ambiental, se benefician de estas innovaciones que mantienen la belleza y funcionalidad de las piscinas con un menor consumo energético», explica Lass.
En conclusión, el diseño de piscinas en 2025 marcará una nueva era donde la estética, funcionalidad y sostenibilidad se combinarán armónicamente. La evolución hacia piscinas que van desde los bordes infinitos hasta los lagos artificiales y soluciones ecológicas reflejan un futuro donde los espacios acuáticos superan su función decorativa para convertirse en experiencias sensoriales que enriquecen la vida cotidiana de sus propietarios, respetando e integrándose al entorno natural.