El 25% de las mujeres con miomas sufren alteraciones en su vida diaria, según la SEGO

El 25% de las mujeres con miomas sufre alteraciones en su vida diaria, según la SEGO

Los miomas uterinos son tumores benignos que se desarrollan en el tejido muscular del útero. Se estima que cerca del 70% de las mujeres caucásicas y hasta el 85% de las mujeres de raza negra experimentarán la aparición de miomas en algún momento de sus vidas. «Los miomas son patologías benignas, es decir, no tienen componente oncológico maligno, y se desarrollan a partir de una alteración genética en las células musculares del útero», explica el doctor Ignacio Lobo, jefe de servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Bizkaia.

Entre los factores de riesgo para desarrollar miomas uterinos están la obesidad y el sobrepeso. El doctor Lobo señala que estos factores se deben a los cambios hormonales asociados con la obesidad. Además de la obesidad, la edad, la historia familiar y la hipertensión arterial también contribuyen al desarrollo de miomas.

Aunque no todas las mujeres con miomas presentan síntomas, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia informa que alrededor del 25% de las pacientes ven su calidad de vida afectada. «Esto se debe a alteraciones en el sangrado menstrual, dolor abdominal y en algunos casos, un aumento del volumen abdominal que incluso puede llevar a notar una masa en la pelvis», añade el especialista.

Una de las principales preocupaciones de las mujeres que padecen miomas es su posible interferencia con la fertilidad. «En algunos casos, los miomas pueden dificultar el embarazo o aumentar el riesgo de abortos espontáneos y partos prematuros», indica el doctor Lobo. Sin embargo, resalta que con el tratamiento adecuado, muchas mujeres pueden llevar a término un embarazo saludable.

El doctor Lobo subraya que es fundamental que las pacientes comprendan que los miomas no son tumores malignos y que existen numerosos tratamientos disponibles. «Lo más importante es ponerse en manos de un especialista para recibir el tratamiento adecuado y mejorar su calidad de vida», afirma. Los tratamientos médicos incluyen terapias hormonales que pueden reducir el tamaño de los miomas o controlar los síntomas. En los casos en los que estos tratamientos no son efectivos, las opciones quirúrgicas mínimamente invasivas, como la miomectomía laparoscópica o la embolización de las arterias uterinas, son altamente eficaces y permiten una rápida recuperación.

«Sempre abordamos cada caso de forma única, personalizando el tratamiento y explicando a la paciente que existen opciones tanto médicas como quirúrgicas», concluye el doctor Lobo.