En el ámbito de la compraventa de inmuebles, las transacciones suelen ser complejas y requieren un considerable asesoramiento legal para proteger los intereses de todas las partes involucradas. El despacho jurídico Pérez Matey & Asociados, especializado en derecho inmobiliario, ha subrayado la importancia de contar con un contrato de arras antes de formalizar la escritura pública de compraventa.
El contrato de arras actúa como una garantía que asegura la reserva del inmueble mientras se gestionan aspectos como la obtención de un préstamo hipotecario o la regularización legal de la propiedad. Este documento privado establece las condiciones bajo las cuales se realiza la transacción, y normalmente incluye un pago inicial por parte del comprador, conocido como arras.
Existen varios tipos de arras que se pueden estipular en este contrato, siendo las más comunes las arras penitenciales, confirmatorias y penales. Las arras penitenciales permiten a cualquiera de las partes rescindir el contrato, aunque con distintas consecuencias económicas. Por otro lado, las arras confirmatorias implican que las partes están obligadas a cumplir el contrato, y cualquier incumplimiento puede resultar en indemnizaciones. Finalmente, las arras penales incluyen una cláusula que penaliza el incumplimiento de las obligaciones acordadas.
Para que el contrato de arras sea efectivo y evite futuros desacuerdos, debe incluir información detallada sobre las partes intervinientes, una descripción exhaustiva del inmueble, el precio de venta, las arras entregadas y la fecha límite para formalizar la escritura. Además, es crucial aclarar las consecuencias de cualquier eventualidad, como por ejemplo, la posible denegación del préstamo hipotecario, y cómo se manejarán los impuestos y gastos derivados de la transacción.
Pérez Matey & Asociados aconseja encarecidamente a los compradores y vendedores que busquen asesoramiento legal desde el inicio del proceso de compraventa. Esto no solo contribuye a que la operación inmobiliaria se realice de manera fluida, sino que también minimiza el riesgo de litigios futuros, garantizando así una experiencia de compra o venta más segura y satisfactoria.