La reciente inauguración de la Unidad de Neurorrehabilitación Robótica en el Hospital Quirónsalud Bizkaia marca un hito en la atención sanitaria de la comunidad autónoma vasca. Esta nueva unidad es pionera en la aplicación de tecnologías robóticas en el campo de la rehabilitación neurológica, surgida de la colaboración entre el mencionado hospital y la firma vasca Gogoa, conocida por su experiencia en el desarrollo de modelos de neurorrehabilitación robótica, junto con Movex Clinics y Movex Living Lab, el único laboratorio del mundo dedicado al diseño de terapias de este tipo.
La Unidad de Neurorrehabilitación Robótica se destaca por su enfoque en brindar soluciones innovadoras para pacientes que han sufrido lesiones neurológicas, tales como daño cerebral, lesiones medulares, esclerosis o secuelas de accidentes. Irune Cachorro, directora médica del hospital, expresó su compromiso con una atención de calidad al afirmar que “proporcionamos a nuestros pacientes herramientas avanzadas que facilitan su proceso de recuperación”.
El diseño de la unidad permite la personalización del tratamiento a través de un entorno accesible y adaptado a las necesidades de cada paciente. Consiste en dos salas especializadas: una para la rehabilitación de extremidades superiores y otra para el tronco y extremidades inferiores. Según Sara García, especialista en fisioterapia y responsable de esta unidad, están utilizando dispositivos avanzados como exoesqueletos robóticos y plataformas de realidad virtual que favorecen la neuroplasticidad y el reaprendizaje motor, especialmente en aquellos con dificultades significativas en la recuperación de funciones motoras.
Entre los beneficios de la neurorrehabilitación robótica, destaca la capacidad de adaptar la terapia a las necesidades del paciente, ajustando el nivel de asistencia y resistencia, lo que mejora los resultados. Además, este enfoque permite realizar movimientos funcionales de manera más intensiva que los métodos tradicionales, lo que acelera la recuperación motora. La responsable de la unidad subraya que los dispositivos recopilan datos precisos sobre el rendimiento del paciente, lo que permite realizar ajustes constantes y demostrar el progreso durante la terapia.
Los dispositivos utilizados incluyen el exoesqueleto HANK, que se especializa en la rehabilitación de la marcha para pacientes con diversas afecciones neurológicas y que fue el primer exoesqueleto europeo en obtener la certificación CE como dispositivo médico. Este innovador aparato ofrece características únicas que permiten una rehabilitación más efectiva. Además, la unidad dispone de un estimulador del nervio vago, que complementa los tratamientos y mejora la capacidad de reaprendizaje motor, y otros exoesqueletos destinados a la recuperación de la movilidad de brazos y manos.
La creación de esta unidad representa un avance significativo en la rehabilitación neurológica al combinar tecnología de vanguardia con un enfoque personalizado, consolidando al Hospital Quirónsalud Bizkaia como un referente en la atención sanitaria de la región. Este desarrollo refuerza el compromiso del grupo con la implementación de servicios médicos innovadores, mejorando la calidad de vida de los pacientes que atraviesan procesos de recuperación complejos.