El desperdicio alimentario se ha convertido en un grave problema a nivel mundial, afectando no solo al medio ambiente, sino también generando considerables costos económicos y sociales. Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2023 los hogares españoles desecharon más de un millón de kilos de comida, lo que supone un aumento del 1,1% respecto al año anterior. Eurostat también proporciona cifras alarmantes, indicando que cada persona en España desperdicia aproximadamente 30 kilos de alimentos anualmente, lo que equivale a más de medio kilo por semana y aproximadamente 250 euros al año en comida no consumida. Esta situación resalta la urgente necesidad de modificar hábitos y adoptar comportamientos más sostenibles.
Con la llegada de la Navidad y el aumento de comidas y cenas familiares y de empresa, Emcesa ha decidido tomar medidas para concienciar a los consumidores sobre este problema. La empresa ha estado implementando iniciativas sostenibles a través de la optimización de sus procesos productivos y la innovación de sus productos.
Como parte de estos esfuerzos, Emcesa ha lanzado una gama de platos preparados que permiten a los consumidores disfrutar de porciones ajustadas a sus necesidades, minimizando así el riesgo de generar sobrantes. La línea «Cocina Fácil» presenta platos que requieren solo 10 minutos de preparación en horno, sartén o microondas, ofreciendo opciones como ternera a la jardinera y rabo de ternera al vino tinto.
Por su parte, el catálogo «Casi a Punto» incluye productos que se pueden preparar en 15 minutos, elaborados a la brasa con carbón de encina, y que presentan deliciosas recetas como hamburguesas y asados de pollo. Esta gama viene envasada al vacío en estuches de cartón, promoviendo aún más la reducción del desperdicio de alimentos.
Desde 2015, Emcesa ha utilizado envases rPET, alcanzando la cifra de 11,4 millones de estos envases con al menos un 80% de rPET, lo que permite reducir la «huella de plástico» en sus productos y apoyar la economía circular. Además, la empresa colabora con el Banco de Alimentos de Toledo, donando sus excedentes de producción para ayudar a las personas en situación de vulnerabilidad.
Así, Emcesa busca ofrecer no solo una alternativa para el consumidor, sino también contribuir a la lucha contra el desperdicio alimentario y sus consecuencias para el medio ambiente.