La Fundación Adecco ha presentado su análisis anual sobre las tendencias y claves en la gestión de la Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) en el ámbito empresarial, titulado «El estado de las estrategias de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) 2025: el momento de la verdad». En un contexto social y político caracterizado por la polarización, la Fundación anticipa que 2025 marcará un punto crucial para muchas empresas que han reconsiderado sus compromisos y enfoques en esta área, especialmente en medio de una creciente incertidumbre geopolítica.
Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, señala que el actual conflicto ideológico en nuestra sociedad impacta directamente en la cohesión social, enfatizando que las empresas deben defender los valores democráticos y el humanismo a través de sus estrategias de DEI. La lucha en torno a temas como el lenguaje, la identidad de género y la migración no busca el bien común, sino que suele generar división y confrontación, lo que obstaculiza el avance hacia una verdadera inclusión y la resolución de los desafíos sociales.
El análisis revela que la diversidad puede convertirse en una herramienta eficaz en esta «batalla cultural». Sin embargo, identifica la necesidad de un diálogo auténtico que contrarreste la cultura de la cancelación y fomente el intercambio de ideas. Mesonero subraya que la atención debe centrarse en los reales retos sociales y empresariales, tales como la pobreza, la exclusión social y el desempleo.
La Fundación Adecco también destaca la preocupante realidad de que una porción significativa de la población en España, alrededor del 26,5%, se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social, siendo 12,7 millones de personas afectadas. A su vez, el informe FOESSA de 2024 ha puesto de manifiesto que 9,4 millones de personas se encuentran en situación de exclusión social, con especial énfasis en los grupos más vulnerables, incluyendo menores, mujeres y personas migrantes.
Entre las claves para la gestión de estrategias de DEI en 2025, la Fundación señala la importancia de un modelo integral que abarque cambios culturales y la inclusión sociolaboral, así como la necesidad de un propósito corporativo alineado con estas iniciativas. También se enfatizan la creación de espacios de diálogo, el pensamiento crítico, y la elaboración de un plan estratégico que guíe las acciones hacia un progreso sostenible.
El informe finaliza destacando cuatro tendencias previstas para el 2025: la revisión de las estrategias en un contexto de incertidumbre, el impulso de un entorno laboral seguro que permita el debate, la transición de prácticas cosméticas a acciones éticas genuinas, y la evaluación del impacto de la inteligencia artificial y la transformación digital en la utilización de los principios de DEI.
Este análisis no solo revela la complejidad del tema de la diversidad y la inclusión en el mundo empresarial, sino que también invita a las organizaciones a reflexionar sobre su papel en la construcción de una sociedad más equitativa y cohesionada.