Las infestaciones de chinches, en particular de la especie Cimex lectularius, están en aumento en todo el mundo, causando inquietud tanto en residencias privadas como en establecimientos comerciales. Estos insectos parásitos, que se alimentan de la sangre de humanos y otros mamíferos, han sido históricamente difíciles de erradicar debido a su capacidad de adaptación a diversos ambientes y su rápida proliferación. En países como Francia, la situación ha escalado hasta tal punto que la intervención de las autoridades locales y nacionales fue necesaria para controlar la plaga.
En un esfuerzo por comprender mejor este fenómeno y encontrar soluciones efectivas, se ha publicado un estudio pionero por la Entomological Society of America, realizado en colaboración con las empresas españolas de control de plagas Rentokil Initial y Lokimica. La investigación investigó muestras de chinches de distintas partes del mundo, incluyendo España, Estados Unidos, México, y más, para evaluar su resistencia a los insecticidas.
El estudio revela un incremento en las mutaciones genéticas de resistencia y mecanismos de detoxificación en las chinches, especialmente en regiones como España. Esto sugiere que las estrategias tradicionales de control de plagas necesitan evolucionar para mantenerse eficaces.
Rubén Bueno, entomólogo y director técnico del centro europeo de control vectorial de Rentokil Initial, y uno de los autores del estudio, destaca la necesidad de adoptar métodos alternativos, como los tratamientos de calor. Estos tratamientos, que elevan la temperatura de los ambientes infestados a niveles letales para las chinches, han mostrado ser altamente efectivos. Uno de los principales beneficios de estos tratamientos térmicos es que no se ven afectados por los mecanismos de resistencia desarrollados por las chinches, ya que no dependen de la aplicación de productos químicos.
Además, los tratamientos de calor proporcionan un control integral, eliminando no solo a los chinches adultos y ninfas, sino también a los huevos, reduciendo significativamente la posibilidad de futuras reinfestaciones. Desde una perspectiva económica y medioambiental, estos métodos son más sostenibles a largo plazo, ofreciendo una solución más limpia y segura para los problemas de infestación.
En vista del creciente problema que representan las chinches resistentes a los insecticidas, el uso de alternativas como el tratamiento térmico parece ser el camino más prometedor para enfrentar eficazmente estas infestaciones sin precedentes en el entorno actual.