Las cifras sobre las necesidades apremiantes en la Comunidad Valenciana continúan al alza tras el paso de la Dana, un fenómeno meteorológico que ha dejado tras de sí un rastro de destrucción y desesperación entre sus habitantes. Aunque el fango ya empieza a convertirse en polvo, las secuelas materiales y emocionales persisten, marcando un camino arduo hacia la recuperación.
Ante esta situación, la Fundación Madrina ha anunciado la activación de la línea de emergencia MadrinaSOS, un recurso destinado a ofrecer asistencia integral a las víctimas de la riada. A través del número 900 670 353, se hace un llamado para que los afectados comuniquen sus necesidades fundamentales, ya sean materiales, sanitarias o psicológicas.
La intervención de MadrinaSOS nace en colaboración con la Fundación Konecta, que ha facilitado el apoyo tecnológico y logístico necesario, asegurando que las teleoperadoras estén disponibles las 24 horas del día, todos los días de la semana. Este soporte continuo es visto como una etapa inicial crucial para direccionar los casos hacia los departamentos pertinentes y optimizar el proceso de ayuda.
En su enfoque integral para abordar las necesidades de los afectados, la Fundación Madrina está habilitando una residencia en Almenara, Castellón, destinada a acoger temporalmente a familias monoparentales cuya vivienda haya sido sepultada por el agua. El edificio, cedido por la Congregación Hermanas Angélicas, está completamente equipado para garantizar una estancia segura y cómoda para alrededor de una docena de familias.
Con el fin de asegurar un realojo seguro y permanente, la institución también promueve la iniciativa «Familia salva familia». Este programa permite que hogares y municipios de otras comunidades autónomas acojan temporalmente a familias valencianas afectadas. Dentro de este contexto, se hace un llamado a posibles familias de acogida a ponerse en contacto a través de la línea MadrinaSOS para ofrecer su apoyo.
La atención psicológica es otro componente vital del plan de recuperación. Ante el riesgo de trastornos emocionales y el alarmante potencial de suicidios post-catástrofe, la Fundación Madrina está centrando sus esfuerzos en proporcionar apoyo psicológico a largo plazo. Un equipo de atención social y psicológica ya ha empezado a operar en la «zona cero» para evaluar las secuelas emocionales y dirigir a los afectados hacia los recursos necesarios.
Finalmente, la Fundación hace un llamado a la contribución de la sociedad civil a través de donaciones específicas y la inscripción de nuevos voluntarios. Las donaciones pueden realizarse a través de diferentes cuentas bancarias o Bizum con el concepto «Madrina con Valencia». Además, los interesados en unirse a la campaña como voluntarios pueden registrarse mediante el formulario disponible en su página web.
En tiempos de crisis, la ayuda coordinada es esencial para reconstruir no solo comunidades, sino para sanar heridas invisibles en las personas afectadas. La Fundación Madrina reafirma su compromiso de continuar sus labores humanitarias para restaurar la normalidad en la Comunidad Valenciana.