Durante el verano, la exposición frecuente al agua en playas y piscinas puede aumentar el riesgo de infecciones del oído, según informa la Sociedad Española de Otorrinolaringología. Estas infecciones, como la otitis externa o «oído de nadador», pueden ser potenciadas por factores como la humedad, dermatitis alérgicas, el estrés, ambientes polvorientos y la contaminación bacteriana o química del agua.
Para prevenir estas infecciones, se recomienda el uso de tapones para los oídos a prueba de agua. También es aconsejable abstenerse de bañarse en aguas potencialmente contaminadas o con condiciones higiénicas dudosas.
Después de nadar o ducharse, es esencial secar bien los oídos. Se puede inclinar la cabeza hacia un lado para ayudar a drenar el agua y usar una toalla suave para secar la parte exterior del oído. Evitar el uso de bastoncillos de algodón es fundamental, ya que pueden dañar el canal auditivo o empujar la cera hacia dentro. A algunas personas se les recomienda el uso de tapones para los oídos de manera rutinaria para reducir el riesgo de entrada de agua.
El verano también trae consigo conciertos, festivales y fuegos artificiales que pueden representar riesgos auditivos debido a los altos niveles de ruido. En estos eventos, el uso de tapones para los oídos y mantenerse a una distancia segura de las fuentes sonoras son medidas preventivas eficaces. Los tapones más efectivos son aquellos fabricados a medida para el canal auditivo del usuario.
Los cambios de presión, otra preocupación menos comentada, también pueden afectar los oídos. Para mitigar los efectos, es útil masticar chicle, tragar o emplear tapones especiales para cambios de presión.
Si se presentan síntomas de infección en el oído como dolor, picazón, pérdida de audición o secreción, es crucial consultar a un médico inmediatamente, ya que las infecciones pueden agravarse sin el tratamiento adecuado. La protección solar también debe incluir las orejas para evitar daños por los rayos solares.
En cuanto a la fabricación de tapones a medida para los oídos, existen varias opciones. Los tapones de silicona moldeable, los tapones de espuma desechables, los tapones de silicona preformada y los tapones con filtros tecnológicos para permitir el paso del sonido mientras bloquean el agua son algunas de las alternativas. Sin embargo, los tapones más eficaces son aquellos hechos a medida. Estos se fabrican escaneando digitalmente el oído o utilizando moldes de silicona, seguido de un diseño digital que se materializa con una impresora 3D. El resultado final se ajusta perfectamente al canal auditivo, ofreciendo la mejor protección contra la entrada de agua y, con ello, reduciendo significativamente el riesgo de infecciones.
Adoptando estas medidas preventivas, es posible disfrutar del verano sin comprometer la salud auditiva.
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