Micasso Baby Club destaca el impacto de las clases musicales en la primera infancia

Impacto Positivo de las Clases Musicales en la Primera Infancia en Micasso Baby Club

Los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo neurológico de los niños. Un estudio reciente publicado en la revista Frontiers in Psychology indica que la exposición a la música desde la infancia no solo enriquece la memoria y la atención, sino que también potencia las habilidades sociales. En este marco, el Micasso Baby Club se presenta como una innovadora propuesta que ofrece clases de música en inglés para bebés y niños hasta los cuatro años.

Ann-Sophie Peers, fundadora de Micasso Baby Club y experta en educación musical, señala que «la música es un lenguaje universal que los niños comprenden antes de aprender a hablar». Su objetivo es crear un entorno donde las familias puedan crear recuerdos significativos al mismo tiempo que fomentan el desarrollo de sus pequeños de forma divertida y natural.

Las sesiones de Micasso Baby Club no son meras clases; constituyen una experiencia integral. Se combinan canciones en inglés con instrumentos musicales y actividades sensoriales adaptadas a las diferentes etapas del desarrollo infantil. Los más pequeños, en el grupo «Mini Mozarts», experimentan ritmos con pequeños tambores y maracas, siguiendo canciones que estimulan su desarrollo motor y coordinación. Los preescolares, en el grupo «Bouncing Beethovens», participan en un enfoque pedagógico centrado en la música y la estimulación temprana.

Además de los beneficios en la educación de los niños, estas clases promueven una comunidad de apoyo entre padres y cuidadores. La participación activa en la experiencia musical fortalece los lazos familiares y ayuda a establecer rutinas positivas en el hogar. Peers enfatiza que «queremos que los padres sientan que no están solos en esta intensa etapa de la crianza», añadiendo que la música facilita conexiones no solo con los hijos, sino también con otras familias que comparten intereses y valores similares.

En un mundo cada vez más digital, iniciativas como el Micasso Baby Club destacan la importancia de las experiencias compartidas y las conexiones humanas. La música no solo brinda entretenimiento, sino que también contribuye a forjar futuros más brillantes y seguros para la niñez.

De acuerdo a un informe de la Asociación para la Educación Musical de la Infancia, los niños que participan en clases de música desde una edad temprana tienen un 30% más de probabilidades de desarrollar habilidades lingüísticas avanzadas. Investigaciones de la Universidad de Harvard revelan que tocar un instrumento musical estimula la conectividad entre los hemisferios del cerebro, mejorando la memoria y las habilidades motoras. Adicionalmente, un estudio publicado en el Journal of Neuroscience indica que los niños que reciben formación musical temprana muestran un mayor desarrollo en áreas cerebrales vinculadas al control motor y el procesamiento auditivo.

La crianza consciente y el desarrollo infantil son prioridades cada vez más reconocidas en nuestra sociedad, y propuestas como Micasso Baby Club sobresalen por su enfoque humano e innovador. Al unir música, aprendizaje y comunidad, demuestran que una infancia enriquecida se construye a partir de experiencias significativas que perduran a lo largo de la vida.