Los diseñadores de exteriores están redefiniendo la estética y funcionalidad de las piscinas, y uno de los impulsores de esta transformación es Gabriel Lass. Con su enfoque en integrar las piscinas con el entorno natural, Lass ha logrado crear espacios exteriores donde el agua, el paisaje y la arquitectura se entrelazan de manera armoniosa.
El diseño de una piscina va más allá de su función recreativa, desempeñando un papel crucial en la creación de un ambiente visualmente atractivo. La elección de revestimientos para piscinas no solo debe enfocarse en la protección, sino también en cómo complementa el diseño general del espacio. Entre las opciones más populares se encuentran los azulejos de cerámica y porcelanato, conocidos por su versatilidad y resistencia a la humedad; los revestimientos de piedra natural, como el mármol y el granito, que ofrecen elegancia y durabilidad; el microcemento, que es una tendencia reciente para diseños contemporáneos y minimalistas; y finalmente, los mosaicos y cristales, que añaden un toque de lujo y exclusividad.
La filosofía de diseño de Lass enfatiza la personalización de los revestimientos para que la piscina se convierta en una extensión natural del entorno. Según Lass, el revestimiento debe integrarse de manera fluida con la naturaleza circundante, combinando colores, texturas y materiales de manera equilibrada.
Además de la estética, la sostenibilidad juega un papel cada vez más importante en el diseño de piscinas. Los clientes están optando por materiales respetuosos con el medio ambiente, como piedra natural extraída de manera responsable y azulejos reciclados. Lass es conocido por priorizar estos principios ecológicos en sus proyectos, promoviendo una relación armónica entre el ser humano y la naturaleza.
El diseño de espacios exteriores está en constante evolución, llevado a nuevos niveles de innovación y personalización por profesionales como Gabriel Lass. En este contexto, los revestimientos para piscinas no solo enriquecen la estética del espacio, sino que también contribuyen a una función ambiental y emocional. Así, las piscinas han dejado de ser simples áreas de recreo para convertirse en el alma de los espacios exteriores, lugares de relajación y conexión con la naturaleza.