Allotarra describe las bondades de los polifenoles en la oliva

Los Polifenoles en la Oliva: Un Poderoso Aliado para la Salud

Las olivas y su derivado más destacado, el aceite de oliva extra virgen, son ingredientes fundamentales en la dieta mediterránea, aclamados mundialmente por sus beneficios para la salud. Los polifenoles presentes en las olivas, que son compuestos bioactivos con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y cardioprotectoras, juegan un papel esencial en la promoción de la salud y la prevención de diversas enfermedades.

Los polifenoles son sustancias químicas naturales que actúan como potentes antioxidantes, protegiendo las células frente al daño causado por los radicales libres. Entre los principales polifenoles de las olivas se encuentran la oleuropeína, el hidroxitirosol, el tirosol y el oleocantal, los cuales ofrecen beneficios significativos como la protección cardiovascular y la prevención de enfermedades neurodegenerativas. En particular, el aceite de oliva virgen extra de la variedad Arróniz destaca por contener una mayor cantidad de polifenoles en comparación con otros aceites de oliva.

Las propiedades antioxidantes de los polifenoles son especialmente valiosas, ya que ayudan a neutralizar los radicales libres y a prevenir el daño celular relacionado con el envejecimiento y diversas enfermedades crónicas, como el cáncer y problemas cardiovasculares. El hidroxitirosol, en particular, mejora la función mitocondrial y reduce la inflamación sistémica, protegiendo así los lípidos en la sangre.

Numerosos estudios respaldan el impacto positivo de los polifenoles en la salud cardiovascular. Estos compuestos contribuyen a reducir la inflamación en los vasos sanguíneos, mejoran la elasticidad arterial y protegen contra la oxidación de los lípidos en la sangre, incluyendo el LDL, conocido como «colesterol malo». La Agencia Europea de Salud Alimentaria (EFSA) sugiere que una ingesta diaria de al menos 5 mg de oleuropeína, hidroxitirosol y tirosol puede proporcionar estos beneficios, permitiendo que los aceites que contengan la cantidad recomendada puedan incluir el siguiente claim en su etiquetado: «Los Polifenoles de Olivo contribuyen a la protección de los lípidos de la sangre frente al daño oxidativo».

Además de sus propiedades antioxidantes, los polifenoles de la oliva poseen características antiinflamatorias que son clave en la lucha contra la inflamación crónica, un factor subyacente en enfermedades modernas como la artritis, la diabetes y el Alzheimer. Compuestos como la oleuropeína ayudan a disminuir la producción de citoquinas proinflamatorias, aliviando así los síntomas de diversas condiciones inflamatorias.

Los beneficios de los polifenoles no se limitan al corazón; también son significativos para la salud del cerebro. Investigaciones sugieren que estos compuestos pueden cruzar la barrera hematoencefálica, protegiendo las neuronas del daño oxidativo y mejorando la salud cognitiva. De esta manera, se cree que pueden reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.

El control de la diabetes tipo 2 y la mejora del metabolismo también están relacionados con los polifenoles de la oliva, que mejoran la sensibilidad a la insulina y ayudan a regular los niveles de glucosa en sangre, contribuyendo así a la prevención de la obesidad y otras complicaciones.

Además, la piel, como el órgano más grande del cuerpo, se beneficia de los polifenoles, que ofrecen protección contra factores de estrés ambiental y promueven la regeneración celular. Asimismo, sus propiedades antiinflamatorias pueden aliviar afecciones cutáneas como el eccema y la psoriasis.

Por último, la investigación sugiere que los polifenoles en las olivas pueden tener efectos anticancerígenos. Se ha visto que pueden inhibir el crecimiento de células cancerígenas y promover la apoptosis en diversos tipos de cáncer, gracias a su combinación de efectos antioxidantes y antiinflamatorios.

Para aprovechar al máximo estos beneficios, es recomendable incorporar aceite de oliva extra virgen regularmente en la dieta, así como consumir olivas frescas o curadas de forma natural. Optar por productos mínimamente procesados es crucial para preservar los compuestos bioactivos, y complementar la dieta mediterránea con alimentos ricos en polifenoles como frutas, verduras y tés puede potenciar sus beneficios.

En conclusión, los polifenoles presentes en las olivas son compuestos bioactivos que contribuyen de manera significativa a la salud, ayudando a prevenir enfermedades crónicas y mejorando la calidad de vida. Incluir aceite de oliva extra virgen y olivas en la dieta es no solo una elección saludable, sino también una inversión en una vida más longeva y plena. La cultura mediterránea ha reconocido durante siglos el valor de estos nutrientes, considerándolos un verdadero tesoro para la salud.