En los últimos años, el debate sobre la fertilidad ha comenzado a incluir la perspectiva masculina, un tema que históricamente había estado relegado en comparación con la fertilidad femenina. Esta evolución ha ido de la mano de un creciente interés por la salud reproductiva masculina, evidenciado por un reciente estudio realizado por IVI, que explora las «Actitudes hacia la fertilidad masculina». La encuesta, desarrollada por GFK, ha permitido conocer la percepción de hombres de entre 30 y 50 años sobre cómo el factor masculino incide en la fertilidad.
Los resultados obtenidos reflejan una marcada discrepancia en la preocupación por las dificultades reproductivas entre hombres y mujeres. Mientras que el 53% de las mujeres se muestra alarmado por los retos que pueden enfrentar para una futura maternidad, solo el 39% de los hombres comparte esta preocupación. De hecho, el 60% de los encuestados indica que no les inquieta en gran medida la posibilidad de enfrentar dificultades para convertirse en padres, a pesar de que la mayoría no descarta la paternidad en su futuro. Esto podría deberse a que muchos hombres no tienen la misma conciencia sobre la caducidad de su fertilidad que las mujeres, aunque hay un consenso creciente que señala que la fertilidad masculina ha sufrido un deterioro significativo en las últimas dos décadas.
Adicionalmente, uno de los hallazgos más inquietantes del estudio es que más de la mitad de los hombres encuestados (53%) admiten no haber visitado nunca a un urólogo. Solo un 25% ha hecho alguna consulta puntual, mientras que un 22% se somete a revisiones anualmente. Esta situación pone de manifiesto la necesidad de fomentar la divulgación y conciencia sobre la salud reproductiva masculina, alentando a los hombres a adoptar un enfoque proactivo similar al que ya se observa en las mujeres al respecto.
Aunque se ha notado una ligera mejora en la cantidad de consultas preventivas, la educación sobre la fertilidad masculina aún enfrenta desafíos significativos vinculados al estigma y la falta de información. Según el Dr. Saturnino Luján, urólogo de la Unidad de Salud del Varón en IVI Valencia, la medicina reproductiva ha avanzado en el diagnóstico y tratamiento de la infertilidad masculina a través de nuevas técnicas de análisis, aunque el camino hacia una mayor conciencia y prevención sigue siendo amplio.
Por edades, las recomendaciones de chequeo urológico varían. Para hombres de 18 a 40 años, no se consideran estrictamente necesarias las revisiones, a menos que existan factores de riesgo, mientras que se sugiere chequearse cada 2-3 años para autoexploración testicular. Por otro lado, hombres de 40 a 50 años deberían someterse a revisiones al menos cada 1-2 años, especialmente al llegar a los 50, para evaluar riesgos de enfermedades como el cáncer de próstata.
Los avances científicos también han permitido identificar los diversos factores que pueden perjudicar la fertilidad masculina, tales como la calidad del semen, la edad, hábitos de vida y la exposición a toxinas. Elementos como el estrés, la obesidad, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol son considerados factores de riesgo que afectan de manera negativa la calidad del semen. Además, estudios recientes han demostrado que la edad también es crucial, comenzando a deteriorar la calidad del esperma a partir de los 45 años, lo que desafía la creencia tradicional de que los hombres son infalibles en términos de fertilidad.