En el corazón de Andalucía, específicamente en Arcos de la Frontera, la Bodega Regantío Viejo ha emergido como un verdadero emblema del vino tinto andaluz. Desde que la familia Naranjo Ortiz asumió el control en 2018, esta bodega ha centrado sus esfuerzos en cultivar vinos de alta calidad, aprovechando su ubicación privilegiada junto al pantano de Bornos y cerca de la sierra de Grazalema. Este entorno, caracterizado por marcados contrastes climáticos, ofrece condiciones ideales para una maduración gradual y estable de las uvas.
La filosofía de la bodega se basa en producciones limitadas y artesanales, donde cada etapa del proceso, desde la recolección manual hasta el embotellado, se lleva a cabo en sus instalaciones. Esta meticulosidad garantiza que cada botella de vino refleje auténticamente el terroir y las características de la uva.
Dentro del espíritu innovador de Regantío Viejo, destacan prácticas como la implementación de cubiertas vegetales que eliminan el uso de fertilizantes artificiales, el cultivo de variedades locales adaptadas al cambio climático, y el uso preferente de técnicas manuales. Estos pilares sustentan la producción de sus cuatro exclusivos vinos: Duo Vites, Relicta, Ignotus y Junus, junto con un aceite de oliva virgen extra de calidad superior, elaborado a partir de la singular aceituna Koroneiki.
Estos productos están ya presentes en tiendas selectas de Cádiz, Sevilla y Madrid, mientras la bodega intensifica su expansión comercial. Este notable crecimiento y compromiso con la excelencia reflejan el renovado espíritu que la familia Naranjo Ortiz ha insuflado a Regantío Viejo, consolidando así su posición como referente del vino tinto en Andalucía.