En un momento en el que la pérdida de un ser querido puede resultar abrumadora tanto a nivel emocional como económico, conocer los derechos y prestaciones disponibles puede ofrecer un alivio necesario. En España, estos beneficios varían entre pensiones, subsidios y apoyos específicos que buscan amortiguar el impacto financiero tras la muerte de un familiar cercano.
Interfunerarias, compañía líder en el sector funerario, señala que las prestaciones de viudedad y orfandad son las más reconocidas y se destinan a cónyuges, parejas de hecho e hijos del fallecido. Estas pensiones contributivas son accesibles siempre y cuando el difunto haya cotizado al Régimen General de la Seguridad Social durante al menos 500 días en los últimos cinco años o un total de 15 años a lo largo de su vida laboral. El monto de estas pensiones se determina por la base reguladora del causante, garantizando cantidades mínimas en todos los casos.
Además de las pensiones más comunes, existen otras dirigidas a familiares que dependían económicamente del fallecido, como nietos, hermanos o ascendientes. La pensión en favor de familiares está diseñada para aquellos que puedan demostrar dicha dependencia económica durante los dos años anteriores al fallecimiento.
Cuando no se cumplen los requisitos específicos para las pensiones, los subsidios entran en juego para garantizar un soporte básico. Entre ellos se encuentran el subsidio en favor de familiares y el subsidio por defunción, aplicables bajo ciertas condiciones especiales.
Para las familias que enfrentan dificultades para cubrir los gastos de sepelio, el auxilio por defunción ofrece una pequeña aportación económica. Aunque el monto no supera los 50 euros, puede ser significativo para quienes atraviesan momentos de apremio financiero.
En escenarios donde el fallecimiento ocurre fuera de España, no se ofrecen ayudas económicas, pero sí un apoyo administrativo a través de la Oficina Consular. Esta institución proporciona orientación y se encarga de los trámites necesarios para el traslado, aunque los costos deben ser cubiertos por la familia.
Por último, Interfunerarias recuerda que los familiares más cercanos, como la pareja de hecho, el cónyuge y los familiares de hasta segundo grado, tienen derecho a un permiso laboral de dos días naturales. Este periodo puede extenderse a cuatro días si es necesario viajar a otra localidad. Sin embargo, para los empleados del sector público, estos plazos se amplían a tres días si el deceso ocurre en la misma localidad y a seis si conlleva desplazamiento.
Conocer estos beneficios puede ser crucial para aliviar algunas de las cargas que acompañan a la pérdida de un ser querido, permitiendo a las familias enfocarse en lo que verdaderamente importa en estos difíciles momentos: el duelo y el recuerdo de aquellos que han partido.